Consejos para conectar con los niños (y que no te ignoren)

Ser padre, madre o educador no significa que automáticamente nos convirtamos en expertos en tratar con niños. Por eso, desde Coruña British International School os proporcionamos algunos consejos que podéis aplicar en vuestro día a día para tratar con los más pequeños. 

1. No le trates como a un bebé

Si no conocemos bien todas las fases de maduración infantil, podemos caer en el error de tratar o hablar a un niño como si fuera más pequeño de lo que realmente es. Si el niño en cuestión tiene más de 3 años, hemos de mentalizarnos de que ya no es un bebé. Por eso, evita los diminutivos constantes y las carantoñas. Simplemente dirígete a él como una persona de corta edad; le harás sentir valorado.

Por supuesto, tratarlos como a un niño y no como a un bebé no es contrario a no ser cariñoso o incluso a no inculcar disciplina. De hecho, razonar con ellos acerca de las normas suele ser mucho más efectivo que imponerlas.

2. No hables de él con otros adultos

Los niños también tienen su propia intimidad. Si hay otros adultos delante y comienzas a hablar por él o contar sus experiencias personales, es muy probable que le hagas sentir avergonzado.
 

3. Hazle preguntas

Interesarse por sus cosas o actividades favoritas es una buena manera de acercarse a un niño. Algunos temas de conversación pueden girar en torno a sus objetos favoritos y sus amigos o actividades en el cole. Sentirá que le importas.

4. Cuéntale alguna experiencia personal

Los adultos podemos parecer extraños e inaccesibles para los niños y niñas. Por eso, una buena idea para ganarnos su confianza es hablarles de nosotros mismos, por ejemplo, contando alguna experiencia que nos muestre humanos y vulnerables. Esta estrategia tiene varias consecuencias positivas: además de contribuir a reforzar el vínculo con el pequeño, este se sentirá más confiado a la hora de contarte sus experiencias también.

5. Proponle alguna actividad divertida

Por último, una forma infalible de acercarnos a los niños y niñas es mediante el juego. Compartir tiempo realizando sus actividades favoritas o proponiéndoles colaborar en una tarea propia de los adultos hará que noten que confías en ellos y que, a su vez, sientan que pueden confiar en ti.

 

No obstante, el psicólogo infantil Juan Manuel Marcos nos recuerda lo siguiente: “Nunca debemos tratar de ser amigos de nuestros hijos o alumnos; además, es contraproducente. En el entorno de la amistad, hay barreras inestables y que se pueden cruzar. Sin embargo, la figura paternal o del educador tiene que ser incondicional y debe marcar unas líneas bien definidas. Los límites y la disciplina hacen que el niño o niña se sienta seguro”.